"Si un libro se puede leer impunemente, no vale la pena tomarse el trabajo. Cuando los libros están de veras, respiran y uno se los pone en el oído y les siente la respiración, y sus palabras son contagiosas, peligrosamente, cariñosamente contagiosas."
Eduardo Galeano.
Como cada mañana,
ella se construye sumando indiferencias,
dibuja los barrotes que apresan al incauto
y lo sumergen en rutina, despedazando en baldosas
los sueños que por cobardes, se quedan en canciones
habitando sus murallas.
ella se construye sumando indiferencias,
dibuja los barrotes que apresan al incauto
y lo sumergen en rutina, despedazando en baldosas
los sueños que por cobardes, se quedan en canciones
habitando sus murallas.
Pocos son los peatones que despiertan sus pisadas.
Lo más fácil es seguir, ajustarse la conciencia hasta el punto de olvidar que es uno quien constriñe sus pies a unos zapatos.
Un día vas andando por la calle, de camino a Gestalt, y sale el poema de entre la baldosa. Que os remueva un poco. Ojalá un poquito de lo que dice Galeano. Después un poquito de matorrales
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