Que el amor sea mano y no un contrato
lunes, 12 de junio de 2017“Estamos en plena cultura del envase. El contrato de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo y la misa más que Dios.”
Eduardo Galeano
Auschwitz era casa y el amor unos papeles.
Todos los trenes llegaban de Estocolmo.
Ocho paredes, pasillo de chinchetas
y cristales opacos para no ver la vida
insuflando verdades a un pobre hormigón
vacío de presentes.
Cómplice del pozo que ahogaba cada noche,
él con su mano, ataba las muñecas.
Encerraba el espanto en casas bonitas.
Olvidaba que algún día, despertaría inevitable
Que ella,sin remedio, encontraría la pluma
que dibujara la llave.
No importa cuándo si hoy es todavía.
Ed. Cuadernos del Laberinto
En el último recital un chico me dijo que a el le gustaba que el poeta explicara un poco el poema. Creo que cada una, cada uno, lo entendemos según nuestra vida pero también está bien conocer desde dónde se escribió o lo que se quiso decir. Esta vez lo hago con la cita de Galeano.
Hace poco felicitaron a una compañera de trabajo por su 27 aniversario de boda. Ella contestó : no te creas, no está fácil separarse. Creo que con eso me sobran más explicaciones.Hay parejas que viven en un auténtico campo de concentración.En ocasiones también hay síndrome de Estocolmo, pérdida de conciencia y resignación absoluta.
Cuando el amor es unos papeles, tarde o temprano, pintan bastos.No hace falta agarrar una mano para soltar la otra. El problema es que mucha gente lo hace así. Yo que soy optimista,creo que antes o después, la evidencia y la vida se imponen,que por mucho miedo que haya, antes o después llega la liberación.
Si hoy fuera canción hoy sería Los gatos no ladran, de India Martínez. Que el amor sea mano y no un contrato.
Manuela Ipiña
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